“En mi hogar ha perdurado por mucho tiempo una cosa muy sencilla, de gran utilidad y con un gran significado, porque mi padre, que ya no está, me la regaló. Una súper tabla de picar para la cocina: él mismo cortó el trozo de madera y la lijó con mucha paciencia y amor.
Cada vez que la utilizo, recuerdo esa gran sonrisa, cuando me la entregó. Crié con ella todos los días a mis cinco hijos, cada uno tiene su hogar y la tabla espera que pase esta pandemia, para recibirlos y estar dispuesta a que allí se piquen verduras y legumbres para preparar una deliciosa cena y ver la familia nuevamente reunida”.
Maritza Ferreira Gutiérrez
Artista: Heidy Tatiana Carvajal, Mesa Local de Ciudad Bolívar