“Qué rico olor a tinto, expresión que oigo a lo largo del día cuando recurro a mi artesanal cafetera para preparar un delicioso café.
Debo cumplir algunos protocolos para llevar a buen puerto tan delicioso antojo. Hiervo agua y recurro a una coladera de tela, donde previamente he colocado dos cucharadas de café colombiano.
Agrego ese indispensable y necesario ingrediente para así obtener un suculento y provocativo café que siempre degusto en la agradable compañía de mi maravillosa familia.
Esta ceremonia se repite dos veces al día, con el ánimo de satisfacer la afición y la ansiedad que produce tan deliciosa bebida, que se ha convertido en requisito indispensable para acompañar cualquier momento del diario vivir y de las circunstancias que actualmente atravesamos.
Todo gracias a esa rústica cafetera que día a día se somete al fuego de la estufa. Debo reconocer el trabajo abnegado del colador casero. ¿Te provoca un tintico?”.
Orlando Leguizamon H.
Artista: Pedro Leandro Ortega, Mesa Local de Barrios Unidos