“A veces me gustaría que estuvieses en mi lugar, que comprendas la magnitud de tu belleza, lo difícil que es lidiar con tus cambios de ánimo y lo fácil que es perderme en tus ojos.
Ahora entiendo tu monotonía, ir de la cama a la sala, de la sala a la cocina. Te convertiste en mi talón de Aquiles, en la razón de mi felicidad, en mí inspiración y en mi lucha diaria.
Me enseñaste que el amor duele, me enseñaste a tener paciencia, me enseñaste lo difícil de no comer en todo momento. Te doy gracias por acompañarme siempre, por estar cuando llegan esos bajones sin razón alguna, por acompañarme a ver los amaneceres, dormir en los atardeceres y por hacerme tan feliz''.
Andrés Camilo Tinjacá
Artista: Ricardo Steven Acosta, Mesa Local de Teusaquillo