“Estos días de pandemia los pasamos más que nunca al calor de nuestras dos caninas. La una mayorcita, la otra chirrimplina. Simona la grandecita de origen citadino y Canela la pequeñita de origen campesino.
Tienen dos uvas como ojos, una estampa negra por la que respiran, sus miradas enamoran, y un pelo rubio que fascina. Ahora en cuarenta, que no ven mucha gente, se han vuelto más exigentes: se despiertan de mañana, con ladridos ellas llaman, desayunan con gran gana y regresan a la cama.
De disciplina ni se diga, puntuales con la comida, con sus paseos y estrictas para hacer cumplir sus deseos. Simona y Canela compensan sus exigencias con fidelidad, besos y afectos”.
Marisol Sánchez
Artista: Harold Catamuscay Rodríguez, Mesa Local de Bosa